6 de julio de 2025
Resistencia
6 de julio de 2025
Resistencia
A estas alturas, cuando ya hemos entrado de pleno en el mes de julio, seguimos sin saber lo que aguantará Sánchez en el puesto. En el Comité Federal del PSOE de este fin de semana, su "Sanchidad" llamaba a resistir, con la caradura que le caracteriza, por "avanzar y por responsabilidad". Sobran más comentarios.
No sabemos si cuando se encuentre completamente acorralado y como todos los de su calaña, morirá matando, pero cuanto más tiempo se prolonga esta agonía, más sandeces y ocurrencias cometen, como la de prohibir a sus militantes el vicio del puterío, una idea que, si se paran a pensar por un momento, podría dejar al partido "feminista", en la práctica, sin militantes.
Con todo, nunca descartemos por completo al PSOE ni lo demos por muerto, ya que, como sucede con el PP, ambos son las dos patas políticas (en realidad una) sobre las que se asienta un régimen que hará lo posible y lo imposible por evitar su desaparición, pues la verdadera plutocracia que dirige nuestros destinos tras las bambalinas, sabe que cualquier política globalista, por irracional que esta sea, contará con el espaldarazo de estas formaciones políticas desde el primer momento en que se instalen en el poder.
Desde luego, uno tiene toda la impresión de que, a este paso, irán apareciendo nuevos audios que irán señalando a más allegados al presidente, por la vía familiar o política, hasta que llegue ese audio que esperamos más de media España, y que señalará a Sánchez, con nombre y apellidos, directamente relacionado con cualquiera de estos tinglados corruptos, que por otra parte, no son buque insignia de este gobierno, sino que se encuentra en el ADN del partido: Eres andaluces, Filesa, Flick, Roldán...
Son tantas las corruptelas del gobierno, que terminan por copar noticiarios y mentideros, haciendo que otras cosas pasen a un segundo plano a pesar de su gravedad, como es el imparable auge de la criminalidad, tema que se oculta a los españoles de manera intencionada y deliberada.
En Alcalá de Henares se han vuelto a producir concentraciones de ciudadanos en protesta por la violación de una joven, el pasado 26 de junio, en las inmediaciones de un centro de acogida, una vez que se supo que el individuo que había cometido la salvaje agresión, era un joven originario de Mali.
La alcaldesa de Alcalá de Henares, Judith Piquet, del Partido Popular, se apresuró en Telemadrid, a anunciar que en el próximo pleno municipal, el grupo popular pediría el cierre del Centro de Emergencia, Acogida y Derivación (CAED) de la localidad cervantina. Pero no nos engañemos: es el mismo Partido Popular que luego vota a favor de regularizaciones exprés o que, como su líder en la comunidad madrileña, Isabel Díaz Ayuso, califica a estos "niños" como "tan españoles como Abascal".
Sucesos como los de Alcalá o Sabadell, donde vecinos se liaron literalmente a palos contra un grupo de okupas, hartos de sus numerosos robos, van a ser cada vez más frecuentes y como sucede con el resto de problemas, va a ser fundamental la movilización social, pues no podemos esperar nada de ninguna institución del régimen.
Tampoco podemos confiar, a la vista de la contundencia con la que se emplean en determinadas manifestaciones, en un Cuerpo Nacional de Policía que no es, a nivel general, un grupo que abogue por la unidad y seguridad de España, sino el brazo armado al servicio del Ministerio del Interior y del Gobierno, que siempre lo usará para reprimir a todo aquel que el Ministro de turno ordene, por mucho que podamos estar de acuerdo con algunas de sus reivindicaciones, como la falta de medios para combatir el narcotráfico.
Así que tengamos esto presente, pero siendo también conscientes de que un tipo como Marlaska, hará todo lo que esté en su mano para dividir y enfrentar a los grupos patrióticos con las fuerzas de seguridad. Él y su gobierno, no lo olvidemos, son el mayor beneficiario de dicho enfrentamiento. Pero por esa razón, esta reflexión también tendrá que hacerla aquellos que tratan de llevar el uniforme con la mayor dignidad posible y que un día descubrirán que si quieren ser un cuerpo respetado y admirado, a veces es necesario desobedecer una orden o buscar el subterfugio legal que impida cumplir determinadas órdenes que parten de los esbirros colocados en la cúspide, al servicio del gobierno.
A nivel más local, Heraldo de Aragón publicaba la noticia de la agresión de tres "jovenlandeses", en situación irregular, que patearon a un chaval en Zaragoza con el objetivo de robarle el iPhone. Un ejemplo más de las agresiones, robos e incluso violaciones, que se producen a diario en cada vez más localidades y barrios. Pero estamos con lo de siempre. Desde la comodidad que ofrece el sillón de casa es, no difícil sino imposible, combatir toda esta morralla. Es necesario salir a la calle y protestar una y otra vez contra esta llegada indefinida de personas de un Tercer Mundo que suponen una auténtica sustitución demográfica planificada y destinada para borrar cualquier tipo de sentimiento de arraigo y volatilizar, paso a paso, nuestras raíces.
La postura debe ser concisa, clara y tajante: oposición total y absoluta a la entrada ilegal de miles de personas, oposición radical al reparto continuo de menores inmigrantes que deberían tener la mejor atención posible, pero con SUS familias y en SUS países, oposición a esta africanización progresiva del continente europeo y oposición real a unas políticas de acogida buenistas y estúpidas que han convertido lo que era una comprensible legislación de acogida, en la actual legitimación de una invasión implacable y consentida, que nos conduce a una sociedad multicultural y mundializada, lo que constituye un peligroso y monumental fracaso, porque ni funciona ahora, ni funcionará nunca.
José Luis Morales