1 de diciembre de 1897
Nacimiento del Tenor Fleta
1 de diciembre de 1897
Nacimiento del Tenor Fleta
Miguel Fleta nació el 1 de diciembre de 1897 en Albalate de Cinca, Huesca, en el seno de una familia humilde, circunstancia que le obligó a empezar a trabajar a los ocho años como pastor, y que le impidió la escolarización.
No obstante, con una natural predisposición para el canto, en 1908 empezó a aprender solfeo con Lázaro Uriol y en 1917, apoyado por el cantante de jotas Miguel Asso, participó en el Certamen de la Jota.
Trasladado a Barcelona en busca de trabajo, Fleta ingresa en el Conservatorio de esa ciudad de la mano de Louise Pierre Claro, mas conocida como Luisa Pierrick, quien, impresionada por la voz del cantante, se convierte en su única maestra, y no sólo le instruyó de forma intensiva en solfeo y canto, sino que se convirtió en su instructora, enseñándole idiomas y porporcionándole la cultura necesaria para desenvolverse en el ambiente propio de su nueva profesión. Algo más que su voz debió impresionarle, porque también se convirtió en la madre de sus dos primeros hijos.
En 1919 dio por finalizados sus estudios, quizás de forma prematura, y comenzó su meteórica carrera profesional, cuyo inicio fue el estreno de Francesca da Rimini de Riccardo Zandonai en diciembre de 1919, con el propio autor en el podio en el teatro Giuseppe Verdi de Trieste (Italia), donde cantó también Manon y Aida.
Su carrera le llevó por los mejores teatros de Europa y América, Japón y China, incluyendo ciudades como Viena, Roma, Nueva York, Buenos Aires o, por supuesto, Madrid. Llegó a interpretar la ópera Tosca hasta en 260 ocasiones. Registró más de cien caras de discos de gramófono de setenta y ocho revoluciones por minuto, creando así un patrimonio sonoro de capital importancia en la historia de la fonografía; grabó discos en los estudios de Londres y de las más destacadas capitales en ese negocio.
Teniendo como director al propio Toscanini, protagonizó con él una famosa anécdota: Fleta tenía una particular manera de interpretar La donna è mobile con la que Toscanini no estaba de acuerdo. Al intentar ponerlo bajo su disciplina, Fleta le contestó “Maestro, yo tengo que cantar La donna è mobile como yo la canto. Así quiero que me aplaudan o me silben. Al fin y al cabo, yo doy la cara al público y usted la espalda. Es la primera vez que canto en la Scala y si me protestan que sea por mi culpa y no por la de usted”. Al llegar el momento, Toscanini abandona el podio como no haciéndose responsable de la actuación del tenor, pero el éxito es rotundo. Ante la insistencia del público para que Fleta volviera a interpretar la obra, Toscanini cede y vuelve a ocupar su puesto en el podio.
En una de sus giras por América llegaron a ponerle su nombre a camisetas y helados; en una actuación en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona, algunos cines y teatros de la ciudad interrumpieron sus funciones para conectar con el coliseo operístico en el momento de la romanza “La fleur que tu m’avais jetée”, y transmitirla telefónicamente; su interpretación de Tosca en la Costa Azul sirvió para recaudar mas de 100.000 francos para los mutilados de la Primera Guerra Mundial.
Uno de los mayores hitos en la carrera de Fleta fue su participación en el estreno de Turandot, de Puccini (declarado admirador de Fleta) poco después de la muerte de éste, en la Scala de Milán, acontecido el 25 de abril de 1926. Toscanini dirigía la orquesta y, dejando a un lado las personales desavenencias, buscó expresamente a Fleta para asumir el papel de Calaf. Por supuesto, fue un completo éxito.
Poco después rompería su matrimonio con Luisa Pierrick y se casó con Carmen Mirat.
A partir de 1928 se inició el deterioro de su voz. Las frenéticas agendas profesionales, el sobreesfuerzo y la mala gestión de las actividades laborales le pasaban factura. Aun así, siguió cosechando éxitos añadiendo la Zarzuela a la Ópera.
El 28 de mayo de 1938, tras una enfermedad renal, falleció por coma urémico en su casa de La Coruña.
Curiosidades:
Miguel se apellidaba Burro Fleta, pero consiguió permiso para cambiar el orden de sus apellidos, quedando como se le conoce ahora: Miguel Fleta Burro.
Miguel Fleta fue uno de los cuatro falangistas que portaron el féretro de Miguel de Unamuno por las calles de Salamanca hasta el cementerio, cediendo allí el honor de depositarlo en el nicho a los catedráticos.
Lucio
Miguel Fleta acompañando a los restos mortales de Unamuno.
Es el que queda más centrado en la foto de los dos que se pueden ver llevando el féretro.