14 de diciembre de 2025
No hay trabajadores... pero si.
14 de diciembre de 2025
No hay trabajadores... pero si.
No vienen a pagar las pensiones. Los traen para ocupar tu sitio.
Casi ha pasado desapercibida la noticia: 35.000 conductores marroquíes se preparan para cubrir plazas de camioneros y en autobuses de viajeros.
Hasta hace no tanto siempre había trabajo de camionero, y estaba bien pagado. Y de una forma u otra, el empleador siempre encontraba a un camionero. Pero ahora no: Con una tasa oficial de paro de algo más del 10%, pero con estimaciones de una tasa real cercana al 20% si se considera la inactividad y el subempleo, resulta imposible encontrar conductores. ¿Cómo es posible?
Tampoco hay camareros. Ni fontaneros. Ni médicos. Pero cerca del 20% de la población no trabaja, y hay ya más de tres millones de españoles viviendo fuera de España, la mayoría buscando empleo, un empleo que deberían encontrar aquí, porque no hay trabajadores a pesar de que cerca del 20% de la población no trabaja… me repito, y sigue sin tener lógica.
¿Cómo hemos llegado a esta situación?
El proceso lleva años y diferentes gobiernos. Progresivamente se han ido subiendo impuestos e imponiendo trabas burocráticas a cualquier actividad económica, y los que más lo están sufriendo son los agricultores, autónomos y la pequeña y mediana empresa, quienes no pueden emplear las triquiñuelas legales que emplean las grandes para evitar impuestos o librarse de sanciones que a esas grandes empresas no les afectarían tanto pero que pueden hacer quebrar a las demás.
La mayor parte del empleo lo generan estos autónomos y pequeñas y medianas empresas, pero acosadas con la presión fiscal e incapaces muchas veces de hacer frente a las exigencias cada vez más absurdas que se imponen desde el gobierno y Europa para continuar con su actividad, prescinden de trabajadores a los que ya no pueden pagar u ofertan trabajos tan precarios que los españoles no pueden aceptar.
El trabajador no puede hacer frente a sus gastos con tan bajos sueldos, produciéndose un paralelismo entre asalariado y empleador, quien se ve también incapaz de hacer frente a sus cada vez mayores gastos con tan bajos ingresos; paralelismo que la visión de la lucha de clases impuesta sociológicamente se encarga de que no se vea como un mal común a las dos partes.
Y a pesar de que nos lo vienen gritando desde hace tiempo, todavía no hay conciencia de lo que está ocurriendo. Traen extranjeros para ocupar ese puesto de trabajo que tu no quieres. Pero ahí entra la habilidad del comunicador para culpabilizarte y hacerte responsable de lo que nunca ha sido ni tu responsabilidad ni mucho menos tu culpa.
Porque tu sí que quieres ese trabajo, pero con un sueldo digno, acorde al empleo y que te permita llevar un vida como la que llevaron tus padres. Y como vives en España y tienes los gastos adquiridos de cualquier persona responsable y trabajadora, no puedes aceptar un trabajo cuyo sueldo no te cubre el alquiler o hipoteca, no te llena el carro de la compra y que no te permite criar a tus hijos, pero la culpa es tuya y por eso tienen que venir de fuera a ocupar tu puesto de trabajo.
Nunca España ha tenido una clase política un discurso mas antisocial, mas racista y mas antiobrero que la que apoya al actual gobierno. Racista, porque dice traer inmigrantes para trabajar en los peores trabajos, los que los españoles no quieren… y ahí el racismo: mano de obra esclava importada para la máquina de hacer dinero de los amigos del gobierno; antiobrero porque eso se ha conseguido a fuerza de empobrecer al trabajador español; y antisocial porque al obrero que se rebota por esta situación enseguida se le tacha de “fachapobre”, y el mismo izquierdista que antes cantaba “arriba los pobres del mundo”, ahora usa la palabra pobre como insulto y burla al trabajador arruinado. Y mientras a algunos extranjeros les procuran trabajos basura con sueldos miserables, pero con ayudas que niegan a los españoles, a otros los alojan en hoteles con todos los gastos cubiertos e incluso paguita incluida. Y tu, obrero fachapobre, viendo como tu salario no se ha revalorizado ni de lejos al ritmo que ha subido el IPC en los últimos años, y como tus hijos tienen que esperar diez días para que los vea el pediatra o como en su colegio faltan dos profesores para todo el curso porque no hay dinero para más.
Pero para pagar con sobres sí que hay. O para mantener a 19.000 menas (que deberían estar en su país con sus padres) a razón de unos 4000 euros al mes. O para mantener tres administraciones (central, autonómica y municipal) que solapan competencias y que compiten por ver quién paga mejor a los sinvergüenzas que los encabezan, dándose el caso que el alcalde de Barcelona (o el de Madrid, o el de Bilbao) cobra más que el presidente del gobierno de España, quien, a su vez, ve con ternura cómo sus amigotes se reparten una fortuna metida en los sobres antes mencionados.
Y mientras tú, obrero, (o tú, autónomo o pequeño empresario) te vas a dejar 50 eurazos en una baliza V-16 que en cuatro días habrá que cambiar porque sacarán otra normativa, el que viene de fuera no tendrá esa obligación. Y mientras tú, camionero español, tienes que sacarte cada cinco años el CAP (Certificado de Aptitud Profesional), que te va a costar 300 euros y 35 horas de tu tiempo (para no aprender nada, que el que suscribe lo ha hecho ya cuatro veces y lo sabe), el que viene de fuera no lo necesita. Y mientras el agricultor español tiene unas exigencias altísimas en cuanto al uso de pesticidas, fertilizantes y agrosanitarios, se importa sin aranceles productos de terceros países sin ningún tipo de control de calidad o sanitario. Y así ad nauseam.
Poco a poco, como una ventana de Overton, se viene fabricando nuestra ruina desde hace ya bastantes años (y gobiernos). Y la culpa es tuya, por fachapobre.
Lucio