4 de marzo de 1786
Nace Agustina de Aragón
4 de marzo de 1786
Nace Agustina de Aragón
El 4 de marzo de 1786 nace en Barcelona Agustina Raimunda María Zaragoza Doménech, más conocida como «Agustina de Aragón».
Casada con Juan Roca Vilaseca, cabo de artillería, el cual lucha desde el principio en la Guerra de la Independencia Española, participando en la batalla del Bruch. Esto hace que Agustina acompañe a su marido por los campos de batalla, recalando la pareja finalmente en Zaragoza. Es en el sitio que ponen los franceses a esta ciudad donde nuestra protagonista toma relevancia: al llevar comida y munición a su marido y sus compañeros en primera línea, encuentra que todos los defensores del Portillo se encuentran muertos o heridos por la furia del fuego francés, y el enemigo se abalanza contra la puerta desguarnecida. Pero Agustina toma la mecha de un artillero herido y dispara un cañón (de 24 libras, traído de propio para la defensa de Zaragoza y usado habitualmente en la marina, era de los más grandes que se podían encontrar en un barco) contra los invasores, desbaratando lo que quizás pudo haber sido el asalto definitivo. Alentados por ella, los pocos supervivientes que quedaban, aún heridos, reanudan la defensa como pueden hasta que reciben refuerzos de otras piezas de artillería.
Esta acción le vale a Agustina el título de artillera, y continuó sirviendo en piezas hasta el final del primer sitio.
Pero volvieron los franceses a sitiar Zaragoza, y Agustina volvió a ser recompensada por su defensa de la puerta del Carmen o en el asalto al convento de la Trinidad, en manos enemigas, en el que rescata fusiles para los españoles e incluso llega a arrebatarle un tambor a un francés. Rendida por el hambre y la peste, Zaragoza capitula y Agustina es hecha prisionera.
Pero no por mucho tiempo: escapa de los franceses con su hijo, quien fallecerá poco después por el hambre y el agotamiento… Agustina todavía ha de destacarse aún más en la guerra: defenderá Tortosa nuevamente a cañonazos, nuevamente será hecha prisionera y logrará escapar una vez más; otra vez al pie del cañón en la batalla de Vitoria. Se le concedieron honores y ascensos, y por su heroica defensa de Zaragoza, un sobresueldo de cien reales de vellón mensuales y el privilegio de usar la Cruz de Distinción otorgada “a los Generales, jefes, oficiales y demás individuos que se hallaron en el primer sitio de la inmortal plaza de Zaragoza”.
Tuvo un segundo hijo pero falleció su marido. Volvió a casarse con un hombre 12 años más joven (Juan Cobos de Mesperuza), con quien tuvo otra hija, Carlota, que escribió una novela con su madre como protagonista.
Falleció en Ceuta el 29 de mayo de 1857, a los 71 años de edad, rodeada por su familia.
Sus restos descansan cerca de la puerta que le dio fama, en la capilla de la Anunciación de la Iglesia de Nuestra Señora del Portillo.
Otros tiempos, en la que una mujer podía abrirse paso a cañonazos, pelear más y mejor que muchos hombres, elegir con quien se casaba y recibir honores, recompensa, cariño y admiración por el pueblo español y sus gobernantes. Después, y a pesar de ganarles la guerra, nos afrancesamos.
Lucio
"Suena en Huesca una campana
y en Zaragoza un cañón
y en Teruel unos amantes
de mi bendito Aragón".
Jota popular
Ilustración: Pintura de Juan Gálvez