11 de mayo de 2025
El tirano europeo
11 de mayo de 2025
El tirano europeo
Tal y como manda la tradición en lo que concierne a la designación de un nuevo Papa, con la salida de la fumata blanca de la chimenea de la Capilla Sixtina, se anunciaba esta misma semana el nombre del sucesor de Pedro y nuevo Papa de la Iglesia Católica.
Como todo el mundo sabe, el cónclave eligió al cardenal norteamericano Robert Francis Prevost, que ha adoptado el nombre de León XIV. Es pronto para saber qué va a ocurrir o cual será la manera de acometer los muchos retos a los que se enfrenta, así que vamos a darle tiempo. La inmensa mayoría de tertulianos, charlatanes a sueldo, y periodistas sabelotodo ya parecen tener decidido por él, que su papado va a suponer una prolongación de lo dejado por su antecesor Francisco. Sigue siendo curioso, que la inmensa mayoría de ellos, no solo no tienen ningún tipo de vinculación con la Fe católica sino que son abierta y declaradamente ateos.
Lo que está claro es que en un momento histórico como el actual, en el que estamos asistiendo en directo al total derrumbamiento de la sociedad occidental y, lo peor de todo, permaneciendo impávidos viendo cómo cada día, todo se degrada más, en el papado de León XIV es fundamental desalojar de la Iglesia cualquier mensaje confuso que ahonde más en un relativismo que parece extendido a casi todos los ámbitos.
Uno de los aspectos más importantes es la postura que adopte el Papa y en consecuencia, la jerarquía católica bajo su mando, en lo que respecta a la cuestión migratoria, sobre todo en un momento donde cada vez son más países a ambos lados del océano donde determinados políticos y partidos apuestan por una oposición clara y rotunda, no frente a la inmigración, como tratan de hacernos creer los medios del sistema, sino frente a lo que supone una auténtica invasión y el consiguiente choque cultural.
No se trata, como hemos manifestado otras veces, de un mero problema de legalidad, sino de cultura y de número. No es un problema vinculado a la solidaridad o no con quienes buscan mejorar su vida fuera de sus fronteras, sino precisamente el evitar la continua violación de estas, generando una auténtica oleada invasora cuyo objetivo final, es el de la sustitución poblacional.
Es también imperativo añadir que la relación que existe en determinados países como el Reino Unido, Suecia, Francia y cada vez más ciudades españolas con la llegada de interminables oleadas de inmigrantes procedentes del Tercer Mundo y el tremendo aumento de los delitos, sobre todo los más violentos, es una realidad, por mucho que la inmensa mayoría de medios de comunicación vendidos de manera vergonzosa al poder, nos lo quieran ocultar a diario.
La descomunal maquinaria censora y tiránica de la Unión Europea actúa cada vez con menos disimulo. Tras la imputación e inhabilitación de Marine Le Pen y la repetición de la primera vuelta en Rumanía, la espada de Damocles se cierne ahora sobre Alternativa para Alemania, una vez que el establishment ha descubierto que no hay quien la frene, siendo ya el segundo partido en número de votantes. Como podemos comprobar, tras la llegada al poder de Trump, la agenda Woke, al menos en Europa continua haciendo gala de un maniqueismo intolerable. Luego se les llenará la boca con la palabra "diversidad" cuando no admiten ninguna que no case al cien por cien con el discurso único que, obviamente, es el suyo.
Por eso es tan importante que la gente piense y se informe por vías alternativas que es, a día de hoy, lo único que nos hace libres. Por ello es fundamental leer y alimentar el espíritu crítico, para así evitar formar parte de esta inmensa masa de europeos, cada vez más aborregados, que supone una bomba de relojería en manos de toda una camarilla política interesada exclusivamente en un cortoplacismo que es el que les asegura forrarse en unos pocos años, mientras pasan de los problemas de todos que, literalmente, les importa un rábano.
Precisamente por el auge y mayor apoyo popular a este tipo de partidos, lo primero que habría que preguntarse es si el sistema está haciendo las cosas como debe o, por el contrario, es el principal culpable, que lo es, de estas políticas buenistas y suicidas que suponen un auténtico desastre. En el caso alemán, se da la circunstancia de que en 2003, el entonces ministro del interior, el socialdemócrata Otto Schily, ya intentó la ilegalización de otro partido, el NPD. Dicha ilegalización quedó en agua de borrajas cuando se descubrió que un tercio de los dirigentes de dicha formación, eran agentes infiltrados del propio ministerio del Interior y que eran precisamente éstos quienes estaban detrás de la organización de determinados actos violentos con los que culpar al NPD, con el consiguiente escándalo.
Llegados a este punto en el que las zarpas de estas "democracias liberales" ya se meten sin ningún tipo de complejo a la ilegalización de todas aquellas formaciones que les resultan molestas, es hora de que vayamos llamando las cosas por su nombre para no dar lugar a equívoco. Y al igual que sucede en España, donde la Constitución no es la solución sino el problema, cuanto antes nos deshagamos de este modelo de Unión Europea, repleta de canallas y de dictadores disfrazados de burócratas, más fácil será recuperar nuestra soberanía, nuestra libertad, nuestra seguridad y nuestra esencia, que es, sin ningún género de dudas, abierta y profundamente cristiana.
José Luis Morales