4 de mayo de 2025
Apagón
4 de mayo de 2025
Apagón
Como la actualidad siempre manda y habrán podido adivinar, nuestro editorial de esta semana trata irremediablemente sobre el apagón. Ya desde el primer momento del pasado lunes, cuando todos nos quedábamos sin electricidad, más de uno llegó a la conclusión, a modo de broma, de que con tantos enchufados en el gobierno, la sobrecarga era algo irremediable y fácilmente predecible.
El caso es que por primera vez y durante varias horas, un apagón total afectó a toda España peninsular, a Portugal, Andorra y parte de Francia, a pesar de que tanto Sánchez como varios de sus numerosos palmeros nos habían asegurado con anterioridad, con la caradura y el cinismo que les caracteriza, que algo así era impensable en un país como el nuestro.
A estas alturas y cuando estamos a punto de cumplir una semana, ni el Gobierno ni Red Eléctrica han salido a dar las explicaciones pertinentes para tratar de aclarar la causa real de semejante desastre, algo normal en un Sánchez, que cuando no puede culpar a Ayuso o a Franco de algo, hace mutis por el foro, tratando de encontrar una justificación que no choque de manera frontal con su discurso, algo que se antoja bastante inverosímil en esta situación.
¿Nos enteraremos alguna vez de la verdadera causa del desastre? La mejor manera será la de permanecer atentos a las noticias que nos lleguen de Portugal, país vecino que se vio afectado de igual forma y que ha encargado una investigación independiente, porque no se fía , como es normal, ni un ápice del gobierno español.
Hipótesis se han barajado varias. Ahora bien, sea a causa de un sabotaje, de un fallo técnico, de una desastrosa política energética o producto de una negligencia, podemos extraer unas conclusiones muy básicas:
1° La FRAGILIDAD del sistema eléctrico actual. No son pocos los expertos que achacan el apagón a una desastrosa y suicida política energética, víctima de la ideologización de la energía, que entre otros errores, ha permitido y amparado la instalación sin control de energías renovables.
2° La constatación de que vivimos bajo un Estado, que a pesar de aumentar su voracidad recaudadora, exhibe una absoluta INCAPACIDAD de defendernos, sea frente a volcanes, apagones, bandas de criminales o gotas frías. Cada vez se tiene más, no la impresión, sino la certeza, de que en España nada funciona, algo estrechamente vinculado a la colocación en los grandes puestos de responsabilidad de auténticos incompetentes, puestos a dedo por sus afinidades políticas como es el caso de la Presidenta de Red Eléctrica, Beatriz Corredor, que se lleva 536.000 € al año, pero careciendo de la preparación necesaria sobre dicho sector.
3° Fruto de la convergencia de esta fragilidad en el sistema eléctrico y de la manifiesta incapacidad de quienes se encuentran al mando, ha quedado de manifiesto una completa VULNERABILIDAD ante la que muchos tomarán buena nota, sobre todo cuando tenemos al frente a un calamidad que haciendo "amigos" es un crack. ¡Cómo para meternos en una guerra contra Rusia!
4° Para colmo de males, todas las fuerzas, estructuras y gobiernos globalistas tratan de aprovechar cualquier desgracia para TIRANIZAR cada vez más al ciudadano. Lorenzo Ramírez expresaba esta semana que todos estos episodios son utilizados para moldear a la opinión pública a través del miedo, colocando a la sociedad en un estado de alerta permanente que la haga más manejable, tratando de hacer fracasar o hundir todo lo estable. No se puede expresar mejor.
Por lo demás, no se trata, como piensan algunos, de que Sánchez tome a los españoles por tontos. Sánchez, cuando habla, lo hace a su electorado, por desgracia, millones de españoles. Lo hace poniéndose a su nivel, diciendo lo que sus votantes quieren oír, eludiendo cualquier responsabilidad, culpando de las desgracias a los demás, escurriendo el bulto y recurriendo a la mentira más burda sin mover un músculo de la cara, como cuando soltó, por ejemplo, que las nucleares no ayudaban a estabilizar la red eléctrica, sino todo lo contrario, una mentira de gran calibre pero suficiente para que sus votantes queden narcotizados una vez más.
Porque lo más triste es, precisamente eso. Pase lo que pase, no ocurrirá nada y nos seguiremos hundiendo más. ¿Recuerdan aquellas manifestaciones, en plena postpandemia contra el gobierno? En cuanto se permitió abrir a las terrazas, nos quedamos cuatro y adiós a las movilizaciones: unas cañitas, unas aceitunas y a vivir que son cuatro días. Y para abortar la posibilidad de que cuestionemos al gobierno, pues ponemos al pueblo entero a dar palmas en el balcón y así encauzan la respuesta hacia donde les interesa. ¡Y ya está!
Determinadas políticas verdes están resultando un desastre. Ya nos avisan de que insistir en el error de esta absurda ideologización del sector energético traerá más apagones. Recordemos, tras lo ocurrido en Valencia, lo nefastas que son dichas políticas que abogan por la destrucción de embalses y por no dificultar la fuerza del agua poniendo en riesgo poblaciones enteras. Y recordemos, asimismo, lo nefastas que son esas políticas "verdes" que impiden la limpieza de los bosques, máxime en un año en el que consecuencia de la acumulación de precipitaciones, se ha generado tal cantidad de masa forestal en toda península que si no se trata y limpia, ahora que se está a tiempo, se convertirá en una gigantesca pira en verano, cuando el calor haga su aparición, que la hará. ¿Volverá el gobierno a echar balones fuera, cargando la responsabilidad sobre el timo climático? No nos quepa la menor duda.
José Luis Morales