1 de junio de 2025
No a la censura
1 de junio de 2025
No a la censura
Cuando Voltaire dijo aquello de que la política era el camino para que los hombres sin principios pudieran dirigir a los hombres sin memoria, ya anticipaba, sin saberlo, a pesar de la distancia geográfica y la temporal, lo que vendría a ser el PSOE, que afortunadamente para los que vivieron en aquella época, todavía no había hecho acto de presencia.
Con posterioridad y a este lado de los Pirineos, para mayor desgracia nuestra, un tipo llamado Pablo Iglesias fundaría el PSOE para terror de nuestros bolsillos y la UGT, para desgracia del marisco más exquisito.
Un Pablo Iglesias que, un 7 de julio de 1910, día de San Fermín, dijese en el Congreso que, antes de que Maura llegase al poder, consideraban incluso llegar al atentado personal para impedirlo. Toda una declaración de intenciones.
En lo que nos concierne a día de hoy, conforme van apareciendo nuevos audios y se van publicando nuevas pruebas, las piezas del puzzle van encajando, de manera lenta, pero certera. Lo que quedará, una vez colocadas todas las piezas, será el organigrama de una descomunal organización, muy parecida a la mafia, donde todos los casos guardan una estrecha relación y donde cada peón, fontanero o dirigente, son capaces de todo con tal de protegerse de la acción de una justicia imparcial o de lo que queda de ella. De esta manera, es más fácil entender el porqué de determinadas medidas que se toman desde Ferraz o desde sus oficinas satélites.
Una noticia que ha pasado casi de puntillas por los medios: el gobierno vuelve a negociar con el resto de grupos parlamentarios una nueva regulación extraordinaria que permitirá dar papeles a unas 470.000 personas que entraron en su día de manera ilegal. Enésima regularización que ni es la primera, ni será la última.
La medida, como no puede ser de otra manera, vuelve a premiar a quien, ya desde el primer momento, se pasa por el forro nuestras leyes, no discrimina en absoluto a quienes quieren iniciar una nueva vida de quienes vienen con todos los antecedentes penales del mundo y por supuesto, supone la chispa necesaria que prenda para atraer a otros miles y miles de africanos que automáticamente sabrán dar con la mafia que los embarque a cambio de una suculenta cantidad y que terminarán repartidos en la península, mientras la rueda del negocio que mueve el tráfico de personas sigue y sigue girando sin parar.
Como todo este monumental negocio conlleva para quien lo intenta, un tremendo peligro, ya saldrán de nuevo y de manera miserable, toda la pléyade de furcias mediáticas globalistas a aprovechar tragedias como la ocurrida recientemente, tragedias que, de manera inexorable, seguirán produciéndose mientras se consienta el negocio a las mafias y ONGs implicadas y esta estúpida legislación buenista que sigue invitando de manera siniestra a arriesgar la vida, premiando a quien consigue superar la prueba.
Pero no acaba aquí la desvergüenza del gobierno. A iniciativa también del PSOE, el Congreso ha aprobado que la Mesa de dicha cámara, tenga la autoridad para retirar la acreditación de periodistas, a aquellos "molestos" a los que falsamente acusan de "agitadores de extrema derecha". La verdadera razón es que se quiere imponer la censura total y absoluta a todos aquellos medios y periodistas que no tragan con todo lo que está pasando y que se atreven en público a denunciar todas las tropelías.
Así que, entre los episodios por entregas del enésimo latrocinio socialista, la deriva totalitaria del gobierno español, la de los burócratas de la UE y esta invasión tercermundista, van pasando nuestros días, mientras al pueblo español, sigue sin darse cuenta de que, su otrora amplia y asentada clase media, sigue deslizándose por el fondo del retrete en el que han convertido al estado, impulsada por una voracidad impositiva implacable, y se va empobreciendo, paso a paso, pero entretenida con el fútbol, el politiqueo, el cotilleo o cualquier polémica absurda que, no nos lleva a ninguna parte, sino a discutir tras los consabidos dos bandos que tanto nos gusta crear para todo.
A uno ya no se le alcanza, por más que lo intenta, qué más tiene que hacer este gobierno, ya no solo para caer, sino para ser completamente ilegalizado por tal cúmulo de escándalos, derivas totalitarias, trapicheos, compadreos, colocaciones a dedo, nepotismos, amenazas, intromisiones en las instituciones, politización de la justicia, acoso a periodistas y jueces, promesas incumplidas, líneas rojas superadas y un largo etc, que a cualquier organización con un mínimo de disidencia, aunque solo fuese de manera aislada,no se le consentiría de ninguna de las maneras, sin que cayese sobre ella, todo el peso de la ley.
José Luis Morales