2 de noviembre de 2025
Responsabilidades
2 de noviembre de 2025
Responsabilidades
Se ha cumplido un año de la tragedia de Valencia y como era de esperar, nada ha cambiado. Esa mala costumbre española de no querer asumir responsabilidades ni de presentar la dimisión cuando procede, se ha vuelto a imponer, una vez más, máxime cuando quien tendría que cantarles las cuarenta a esta clase política gobernante, corrupta e inútil, es esta sociedad individualista que sigue, para desgracia de todos, anestesiada casi por completo.
Lo peor de todo y como un agravante sumado a la tragedia, es cerciorarse de que, por un lado, no se ha acometido ninguna obra con el fin de impedir que dicha catástrofe pueda volver a ocurrir o al menos, ser paliada de la forma más efectiva posible y por otro, que la tragedia se haya convertido, como suele suceder, en el enésimo rifirrafe político.
Así que esta semana y como una de tantas paradojas, se celebraba todo un "Funeral de Estado", curiosamente para conmemorar una catástrofe donde, de una manera vergonzosa, fue el Estado al completo el que no estuvo, aunque a diferencia de Armada, bien que se le esperó durante días enteros. En realidad no se trató más que de un akelarre laico, a beneficio de Sánchez, un espectáculo con tintes de oficialidad y retransmitido en directo, con el único objetivo de escenificar un notorio desprecio hacia el presidente valenciano, víctima de la cólera de unas víctimas, estratégicamente colocadas por el gobierno, para poder orientar toda la culpa en una única dirección.
Por ello, no andan faltos de razón quienes afean ese ridículo forofismo politiquero, siempre malintencionado y dispuesto a establecer dos bandos enzarzados, elevando el tono y la bronca partidista, mientras los verdaderos responsables se van de "rositas" o de "gaviotas", porque igual de patéticos son quienes critican a Mazón, pero callan ante la inacción del gobierno central, como quienes critican como único responsable a Sánchez, minimizando la descomunal torpeza del presidente valenciano ¡Panda de ciegos partidistas ignorantes!
En aquellos terribles días, fueron muchísimos españoles, sobre todo valencianos, los que descubrieron por desgracia, que ese sistema democrático que cobra tan altos impuestos, no ofrece con la misma diligencia, servicios acordes a lo que nos esquilma. Al igual que sucediese con el famoso apagón, aunque añadiendo esta vez, decenas y decenas de víctimas mortales al desastre e incalculables pérdidas materiales, basta que una situación catastrófica nos impacte para comprobar que la respuesta del estado, nacional, autonómico o local, es más propia de Haití o de Bangla Desh que de una nación del Primer Mundo.
Por otra parte, tampoco es algo que nos pille por sorpresa. Llevamos años manteniendo que el desastre actual no se soluciona con un mero cambio de inquilino monclovita, sino de régimen; un régimen que hace aguas por todas partes y donde determinados pilares que antaño se nos vendieron como infalibles, como el sistema de partidos y el ordenamiento autonómico, son un carísimo desastre, dirigido por unos tipos a los que, los españoles de a pie, les importamos un auténtico rábano.
En una linea similar, el prolífico escritor Santiago Posteguillo manifestaba como evidente que "hay algo que no funciona". Mucho nos tememos que es bastante peor, Don Santiago: el problema es que aquí no funciona absolutamente nada. Es lo que ocurre cuando al frente de un territorio tienes a un completo inepto como Mazón, precisamente con unas siglas que siempre han presumido de "gestionar con eficacia", incapaz tan siquiera de dar una explicación coherente sobre su dejadez aquel fatídico día, y al frente de la nación, a un verdadero psicópata que tardó lo indecible en enviar ayuda, sacrificando a miles de ciudadanos, solo con tal de sacar rédito político de la tragedia, perjudicando a sabiendas a un territorio que no le bailaba el agua a nivel electoral.
Y si, ante tragedias monumentales, el estado desaparece por completo, no parece irnos mejor a los españoles cuando se tratan de otros problemas. Suben los precios, pagamos cada vez más impuestos, te sangran a prohibiciones, mientras permiten, por ejemplo, que la criminalidad suba de manera escandalosa, amparada por unas leyes penales que solo buscan defender al agresor, mientras ningunean y desprecian a sus víctimas. Unas leyes miserables que, a día de hoy, son incapaces hasta de proteger como Dios manda, a una niña acosada en las aulas.
Epicteto, filósofo de la escuela estoica, era quien manifestaba que no somos juzgados por lo que decimos que haremos, sino por lo que realmente hacemos. Completamente de acuerdo.
Sirva también, este humilde editorial, para recordar a todas las víctimas de la tragedia y de reconocimiento a todos aquellos españoles, muchos de ellos chavales, que no dudaron en ir a arrimar el hombro. Seamos de una vez un pueblo unido, por encima de disputas y partidos, porque "solo el pueblo salva al pueblo".
José Luis Morales