El escritor y columnista Juan Manuel de Prada, debatiendo sobre la preparación de nuestra clase dirigente, citaba a Santo Tomás, cuando expresaba que quienes tenían que regir una sociedad, eran aquellos que excedían en inteligencia y virtud, una afirmación que choca frontalmente con quienes se encuentran a día de hoy en los puestos de mando.
Es de suponer que tras la espantada de la promesa pepera, Noelia Núñez, que al menos ha tenido la valentía de dimitir de todos sus cargos, tras haber sido pillada mintiendo sobre sus títulos universitarios, los principales politiquillos del régimen andarán estos días retocando y rehaciendo currículums no sea que los pillen en fuera de juego, al margen de las consabidas corruptelas de siempre.
Gran asistencia a la concentración en memoria de David Lafoz.
Allí estuvimos nosotros también.
El lunes, 16 de julio de 1212, con las primeras luces del día, cerca de la actual localidad de Santa Elena (Jaén), dos grandes ejércitos se dispusieron cara a cara para iniciar un choque campal que se convertiría en uno de los grandes hitos militares de la historia de la Reconquista, un acontecimiento extraordinario que acabaría conociéndose como la batalla de Las Navas de Tolosa.
En la Jornada Primera conocimos a Lisardo y el Alférez Aguirre, dos soldados recién llegados de Flandes que, tras perder su dinero en un juego, idean un plan para hospedarse en la casa de Doña Cecilia Maldonado, hermana de su capitán, con la intención de que Lisardo pueda cortejar a su sobrina, Doña Francisca.
Jornada Segunda: Enredos Nupciales y Estratagemas Amorosas en Casa de Doña Cecilia.
La Jornada Segunda nos traslada al interior de la casa de Doña Cecilia Maldonado, un espacio que rápidamente se convierte en el epicentro de intrigas y malentendidos amorosos. La escena comienza con Lisardo y el Alférez Aguirre ya instalados, aprovechando la hospitalidad de Doña Cecilia gracias a la carta de recomendación falsificada. Mientras el Alférez expresa su asombro y disfrute por el "regalo" y la "limpieza" de la casa, Lisardo, sin embargo, manifiesta un profundo pesar: "yo traigo el alma loca / de un pesar que la traspasa".
13 de julio de 1936: El asesinato que sacudió a España
En la madrugada de un día como hoy, José Calvo Sotelo, líder de la derecha monárquica en las Cortes, fue secuestrado y asesinado por miembros de las fuerzas de seguridad de la República, con vínculos al Partido Socialista. Su cuerpo apareció horas después, abandonado en el depósito de cadáveres de Madrid.
No fue un crimen más. Fue un punto de no retorno.
Calvo Sotelo se había convertido en la voz más crítica del Frente Popular, denunciando la violencia política y el caos institucional. Su muerte, perpetrada por agentes del propio Estado, dejó claro para muchos que la legalidad republicana estaba rota.
Cuatro días después, el 17 de julio, estalló el alzamiento militar en Melilla. El resto es historia: comenzaba la Guerra Civil Española.
El asesinato de Calvo Sotelo no fue la causa única, pero sí la chispa final. Una democracia herida, una sociedad polarizada y un crimen impune bastaron para encender el conflicto que marcaría a varias generaciones.
Hoy, más de 85 años después, conviene recordar que cuando se pierde el respeto por la vida del adversario, se acaba la política... y empieza la guerra.
Roberto Navascués