21 de septiembre de 2025
Escuelas sin maestros
21 de septiembre de 2025
Escuelas sin maestros
Comenzamos el curso escolar pero continuamos con los despropósitos de un gobierno empeñado en destruir todo lo que decía proteger. El mismo día que empiezan las clases me llega un correo del colegio de uno de mis hijos, que resumido viene a hablar de “una situación que se repite cada año: no se han adjudicado dos vacantes de infantil, una de Educación Primaria y otra de Educación Secundaria.” Es decir, que en ese colegio faltan cuatro profesores. El segundo día de curso, mi hija mayor, que hace bachillerato, ya dejó de recibir las dos últimas clases por una baja que no se pudo cubrir, y así sigue.
Y digo continuamos porque esta situación se viene repitiendo y agravando cada año que pasa, y que dura ya unos cuantos años. Recuerdo las movilizaciones que hicieron las autodenominadas “mareas” (la blanca, la verde…) en protesta de los recortes que el (sin)gobierno de Rajoy proponía para la educación o la sanidad públicas. Aquella manifestación que subía por el Paseo de Pamplona y por el de María Agustín de Zaragoza, y lo se porque estaba allí, aguantando las batucadas y otros esperpentos parecidos que se organizaron para animar a la gente a participar en el evento. Y hubo recortes, y fueron recortes duros, y los hubo a pesar de que tantos cientos de miles de españoles se echaran a la calle. Y sin embargo, con todo lo censurables que fueron aquellos recortes, son una nimiedad en comparación con los que estamos sufriendo ahora.
Nuestros hijos, los de los obreros a quienes los actuales tiranos dicen representar, los que dependemos de lo público para la sanidad y la educación, nuestros hijos repito no tienen maestros. Ni tampoco profesionales que los atiendan -ni a nosotros mismos- cuando necesitamos atención médica. El personal de la enseñanza no puede duplicarse para cubrir dos plazas a la vez; al sanitario se le exigen turnos maratonianos o empalmar guardias porque no hay nadie más…
Y ¿dónde están aquellos que nos sacaron para protestar contra el PP? No busquen muy lejos: gobernando. Destruyendo todo aquello por lo que dijeron que luchaban y por lo que nos sacaron a la calle.
Pero entonces ¿dónde están todos aquellos cientos de miles que salieron a protestar, algunos, crédulos confiados en los organizadores, otros por la convicción de que hay cosas que no deben tocarse? Y aquí sí que hay que buscar. Porque parece que nunca hubieran existido.
Completamente alienados, ahora ven normal que sus hijos no tengan maestros o que ellos mismos tengan retrasos de 10 o 15 días para su médico de familia o directamente no tengan uno asignado. Y siguen aplaudiendo como focas amaestradas, como lo que son, a los traidores que han dejado sin futuro a sus hijos.
Debe haber unos servicios públicos dignos y suficientes, y por mucho que la izquierda se haya empeñado hasta hace no tanto, la defensa de una sanidad y educación públicas completas NO es de izquierdas, ni de derechas tampoco. Y hablo en pasado de ese empeño de la izquierda, porque ahora evidentemente ya no, ahora eso de la educación y sanidad es cosa arrinconada en la memoria de todos y desaparecida del ideario, y sobre todo de la praxis, de esa misma izquierda que hizo bandera de ello hace nada. Ahora lo que se lleva es la defensa de lo LGTB-ETC, acoger al pobrecito migrante -ya no inmigrante- que nos iba a pagar las pensiones pero que nos cuesta un pastón; se lleva acabar con una prostitución que hace no tanto se pretendía legalizar y dignificar y mientras ni sí ni no, gastarse el dinero del contribuyente en los servicios de dichas profesionales.
Y mientras no hay dinero para las jubilaciones, ni para maestros ni médicos, ni para policías ni para cualquier otro servicio público, alienados y focas amaestradas ven con complacencia que mantener a un MENA de entre 17 y 35 años cuesta al año bastante más que el salario anual del maestro que no tienen sus hijos.
Y no hablemos ya de movilizaciones. Ni los alienados ni los no alienados: salir de casa cuesta mucho.
Organizarse mucho más, que encima hay que pensar.
Salir de casa cuesta mucho. Vayamos despabilando que estos nos dejan sin casa de la que salir.
Lucio