31 de enero de 1925
Nacimiento de Manuel Jalón
31 de enero de 1925
Nacimiento de Manuel Jalón
Manuel Jalón Corominas nació en Logroño el 31 de enero de 1925. Pasó la mayor parte de su vida en Zaragoza, aunque previamente vivió en Estados Unidos o en Finlandia.
Ingeniero aeronáutico de formación, y oficial del Ejército del Aire en la Base Aérea de Zaragoza, patentó un modelo de fregona y cubo... y de jeringuilla desechable.
Antes del invento por el que es más conocido, todo aquel que quería limpiar el suelo debía ponerse de rodillas o a cuatro patas y, «con el trasero en alto», como decía el mismo Jalón , que añadía que este sistema era «humillante y menos estético». Jalón pensaba que ésta era una práctica perjudicial para la salud, algo que demostraban las dolencias de todo aquel que tuviera como encargo fregar: «Las mujeres de la limpieza contraían frecuentes enfermedades y se les formaban ampollas en las rodillas que les producían dolor e impedían arrodillarse. Además, con los años en esta profesión, no pocas mujeres sufrían deformación de la columna».
A Zaragoza había llegado para trabajar en su base aérea, pero esta preocupación por la salud le llevó a inventar y patentar la fregona y en 1958 abrir la empresa de fregonas aragonesa Manufacturas Rodex.
Jalón puso a la venta las fregonas de uso doméstico e industriales para grandes superficies, un elemento que "levantaría del suelo a la mujer española" y erradicaría "las enfermedades que afectaban a las rodillas, las manos y la columna vertebral de las profesionales de la limpieza".
Consiguió exportar sus productos, en particular la fregona, a más de 40 países, desde Estados Unidos hasta China. En 1989, y después de haber vendido más de 60 millones de fregonas, Manuel Jalón vendió sus acciones de Manufacturas Rodex, S.A. a la multinacional holandesa Curver BV.
Tras ello se dedicó a otros proyectos, el más destacable la invención dela jeringuilla hipodérmica no reutilizable. Para ello usó material plástico. Esta jeringuilla tenían un émbolo que no se atascaba y era más fácil de destruir al tener las paredes más finas. De su fabricación y distribución se encargó la fábrica Fabersanitas, en la localidad oscense de Fraga, exportándose a más de 80 países. Aunque menos visibilizado, este invento ha sido probablemente uno de los que más vidas has salvado de la historia, puesto que facilita y abarata la puesta masiva de vacunas por su facilidad de producción y porque, al no tener que esperar el tiempo que costaba anteriormente esterilizar las jeringuillas y no necesitar el material para hacerlo, se pueden realizar campañas de vacunación mucho más rápidas y efectivas. Además, la delgadez del materila empleado facilita su reciclaje.
Ha sido miembro del Consejo Social de Universidad de Zaragoza y ha intervenido, como docente y ponente en congresos sobre creatividad industrial, en las universidades de Barcelona, Sevilla, Oviedo o Santiago de Compostela, entre otras.
En 1988 creó la Fundación Castillo de Trasmoz, tras adquirir dicho edificio, y publicó el libro "La leyenda negra de Trasmoz".
En 1991 el Ayuntamiento de Zaragoza le otorgó la máxima distinción que otorga a las empresas, el premio Inmortal Ciudad de Zaragoza Salduba. En 1992 fue nombrado hijo predilecto de la ciudad de Zaragoza, y en ese mismo año fue también nombrado «Riojano del Año» por votación popular.
Falleció en Zaragoza, el 16 de diciembre de 2011
Un tanto al margen de la efeméride, pero al hilo de ella: tenemos en España la manía un tanto autodestructiva de quitar importancia a lo que hacemos. El comentario jocoso “los españoles le ponemos un palo a algo y ya tenemos un invento”, oculta, en este caso, dos cosas a tener en cuenta: por un lado, para la fabricación del cubo y del escurridor, una imagen tan común hoy en día, tuvo Jalón que recurrir a sus conocimientos en ingeniería aeronáutica para conseguir fabricarlos de una sola pieza, de un material tan poco grueso, y que aún así fuera resistente (hasta el momento los cubos se fabricaban de metal) y cumpliera su función.
Por otro lado, se soslaya la importancia del otro gran invento, la jeringuilla desechable, imprescindible en la sanidad mundial hoy en día.
Lucio